El pasado 20 de diciembre tuve un encuentro casi inesperado y de lo más enriquecedor. Me había invitado Toni Berraquero, una de esas personas que representan el nombre que da titulo a mi primer articulo del año.
El deporte, y el fútbol en particular siempre representa la encarnación de la superación tanto personal como de un colectivo dentro de unas mismas reglas de juego, una batalla reglada.
Detrás del efímero éxito de entrenadores y jugadores televisados, existen y perduran los héroes desconocidos. Aquellas personas que trabajan en el fútbol base de Entidades modestas que le dan sentido a la formación de la mayoría de deportistas que nunca aparecerán en la televisión, ni serán protagonistas de anuncios, ni tendrán contratos millonarios. Es lo más difícil todavía, formar a gente ¨normal¨ como tu, o como yo. Y hacerles creer y entender que durante una etapa de su vida pueden competir y ganar, y perder, como cualquier otro, pero sobretodo, enseñar a no saltarse las reglas para ganar.
En el deporte, como en la vida, no todo vale. Eso enseñan los miles de entrenadores de futbol base de categorías inferiores, dan sentido a la palabra respeto, esfuerzo, superación y disciplina. Pero también fomentan la ilusión, la magia, las ganas y sobretodo, el compañerismo.
Muchas veces ( me incluyo) como padres, nos hartamos de decir estas palabras, pero muchas veces quedan solitarias, carecen de sentido. Pero en el campo de juego, en los entrenamientos, es cuando toman forma, cuando tienen sentido.
Los heroes desconocidos no necesitan portadas, ni millones ( aunque no les harían ascos…), no necesitan el reconocimiento ni de padres, ni de directivos de barrio. Los heroes desconocidos se calzan las botas para entrenar a sus jugadores que defienden de puertas a fuera con uñas y dientes.
Y su mayor reconocimiento es el reencuentro por ejemplo con uno de sus ex-pupilos y tomarse una cerveza como dos viejos amigos,
Discreto en las celebraciones y muy exigente en el día a dia, sólo espero que su experiencia, ganas y motivación continúen en el mundo del futbol de formación por mucho tiempo.
mientras le cuenta que ya terminó la carrera, o encontró trabajo, o ya es padre, o vive con su chica, o… ese es el triunfo del heroe desconocido.
Hay cosas en las que si veo similitudes con los grandes equipos profesionales. En mi opinión es la poca importancia de los dirigentes, los únicos con mérito aquellos capaces de no intervenir en lo deportivo y gestionar correctamente lo económico, los jugadores y entrenadores son los protagonistas. Y eso, pese a quien le pese, hace más grande este deporte.
Quien es formador, lo es por pasión, nunca por lucro. Es una aportación de valor incalculable, y más en nuestra sociedad actual, donde priman los intereses individuales por encima de los colectivos. Si buscamos algún rincón donde la gente siga creyendo en algo más importante que el lucro individual, sin lugar a dudas lo hayamos en el fútbol base.
Sólo puedo agradecer la invitación del día 20, y siento un privilegio mayusculo por formar parte ( muy pequeña parte) de aquellos que creen que se pueden aportar valores desde el deporte y la formación.
Como amo este deporte. Gracias por la invitación Toni.
