Follow your dreams

2017
29 marzo
Comentarios
Publicado en:

Seguramente os ha ocurrido alguna vez, esa sensación de escalofrío que recorre el cuerpo como si fuera puro hielo… esa extraña sensación parecida a una indigestión aguda que acecha de madrugada y ya no te deja dormir…

Ocurre, a veces, cuando nos preguntamos si el lugar que ocupamos es el que realmente queremos ocupar, si estamos de acuerdo con aquello que hacemos, si nos permite conciliar el sueño. Y cuando la respuesta se cercana a un NO, es cuando amanecen las ojeras hasta el suelo…

Tampoco existen demasiadas alternativas cuando eso ocurre, a mi entender sólo dos: seguir como estas y pensar un poquito menos, o cambiar. Así de simple, así de agónico y real, no hay más.

O también, ¿así de emocionante? ¿Quizás temerario? ¿Quizás acertado? ¿O muy equivocado? ¿Quizás para bien, o para mal?

Lo que es seguro es que cambiar de lugar, cuando el que ocupas no te gusta, sólo puede ser intenso, vital y regenerador. Al menos, ¡eso seguro que te lo llevas!

Algo parecido me ocurrió cuando decidí salir del circuito profesional en el que estaba, encerrado, encasillado y obligado. La decisión nunca es fácil, y los detractores no tardan en salir como hienas famélicas a por algo que les entretenga su mediocre vida…

Y entonces empieza a surgir tu oportunidad, esa que por miedo le habías dado la espalda, incluso la tenías olvidada, en el cajón de las cosas por hacer. Como decía el maestro Cruyff «la suerte hay que buscarla», hay que empezar por moverse de esa casilla polvorienta, sacudirse y proponerte metas, primero a corto plazo. Que sean posibles, pequeños pasos, cortos, sin grandes escaparates, sólo volver a reconocerte, como cuando las cosas no eran imposibles. Como cuando los sueños no daban miedo…

Luego, no te olvides de tu gente. La que no falla, la que confía en ti, la que te baja al suelo si hace falta o te invita a la penúltima cuando necesitas un nuevo punto de partida. Con un buen equipo, podrás fallar, podrás caer, pero ya nunca perderás…

Y despacio el camino se construye, y los sueños de medio plazo son plausibles y tangibles. Con la determinación del que no pierde el miedo pero sigue avanzando, te das cuenta que el proyecto forma tanto parte de ti, que eres tú mismo.

Te reconoces de nuevo en el espejo, y sientes ese orgullo sonrojante de quién se siente pleno. A veces, prefieres no decirlo demasiado, te lo quedas en voz bajita, para que no desaparezca en cualquier esquina. Como si fuera magia pasajera que algún día te volverá a dejar tirado en un anden de cercanías.

Pero, ¿ese no es el reto? Volver a sentir ese escalofrío, ese miedo. Pero esta vez por no perder lo conseguido, por que no se desvanezca en un golpe de viento y desaparezca.

Y cuando dejas de dormir porque hay mil proyectos en los que avanzar, mil motivos para madrugar y volver a empezar, mil ilusiones por las que luchar. Ese día, en ese instante en el que vuelves a reconocerte, te das cuenta por lo que vale la pena cambiar, no conformarse, y sin pausa pero sin prisa, encontrar ese lugar donde te vuelvas a encontrar.

¡Os deseo a todos, la mayor de las fortunas en vuestra búsqueda!

2017
29 marzo
Comentarios

3 comentarios

  • Muy buenas Marc. Genial reflexión sobre todo para personas que no se atreven a dar el paso, por miedos u otras causas.
    Lo mejor de todo, es la satisfacción personal de cuando uno hace lo que le gusta, es vital para ser feliz.
    Un saludo para todos.

  • Fantástico Marc!!
    Tu y yo hemos hablado de ésto varias veces. Te prometo que, si bien a día de hoy aún no estoy en el lugar en que quiero encontrarme, no he dejado en ningún momento de dar esos pequeños primeros pasos para llegar al sitio en el que encontrarme.
    Un fuerte abrazo y muchas gracias por tu escrito.

  • Hola Marc,

    Brutal… me encanta y te aseguro que hoy (estando en Sevilla) este post tiene más sentido que nunca para mí y me recuerda porque hago lo que hago.

    Un abrazo enorme y tengo muchas ganas de verte pronto

    Francesc

Responder a Rubén Parra Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

marcciria.com utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y analizar el tráfico. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Leer más

The cookie settings on this website are set to "allow cookies" to give you the best browsing experience possible. If you continue to use this website without changing your cookie settings or you click "Accept" below then you are consenting to this.

Close